Nos dirigimos Ariadna, Laura y yo a Sant Feliu de Guixols primero por la
AP-7 y luego por la C-65; antes de llegar a esta población nos desviamos por la
GIV-6612 en dirección a Romanyà. Justo antes de llegar al km.5 encontraremos
una pista a mano derecha señalizada como GR, hay un claro del bosque junto a la
carretera donde podemos aparcar el coche (ojo, hay cristales en el suelo,
parece que han reventado algún coche).
Seguimos por la pista del GR y a pocos metros veremos una bifurcación, desde
la bifurcación seguiremos un sendero que baja hacia la fuente del Penedes.
Al llegar a la fuente seguiremos la pista hasta un sendero a la derecha
(con una señal que pone camino a la ferrata), en pocos minutos, y tras cruzar la
riera por una pasarela, llegaremos al
principio de la vía.
La vía ferrata va remontando las gorjas combinando los puentes colgantes
con los escalones metálicos.
Puentes nepalíes y tibetanos de un nivel de dificultad bajo aptos para
todos los públicos. Esta ferrata es ideal para iniciación y para niños, aunque en
alguno de los puentes a estos les queda el cable un poco alto.
El retorno es bastante lógico y
está a tramos marcado por alguna flecha blanca. Desde el último puente seguimos
el camino hasta la pista del GR y enseguida llegamos al coche (hay que estar
atentos, ya que se entrecruzan varias pistas).
Acceso: 20 minutos
Recorrido: aproximadamente 1
hora, a ritmo 6 años unas 2 horas.
Retorno: 10 minutos.
Orientación: sur.
Uso de cuerda: No es obligado,
hay una variante que tras un rápel de 15m te lleva de nuevo al recorrido
principal.
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